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24 ENERO 2016: CERRO DE LOS ÁLAMOS BLANCOS
Recorrido
El Puerto de Guadarrama por su estratégica situación y como vía de comunicación entre ambas Castillas, ha sido un lugar lleno de acontecimientos históricos e incluso literarios como los versos y cantigas de serrana del Arcipreste de Hita que ya en otra salida pudimos conocer.
Esta marcha se inicia en el mismo punto que aquella pero nos llevará en dirección opuesta, hacia el oeste y por la cara sur de la sierra, no solo para disfrutar de espectaculares vistas sino también para recorrer un pequeño itinerario botánico en el que, además de los clásicas especies de la zona, en especial robles, acebos y pinos silvestres, visitaremos algunos ejemplares de estos últimos catalogados por la Comunidad de Madrid y que destacan además de por su edad que se les calcula más de doscientos años, por figurar entre los de mayores dimensiones de esta especie.
Al final de nuestro recorrido, nuestra meta, nos espera un bosquete de álamos, calificado de singular no solo por su situación de aislamiento entre pinos sino también por la escasez de de esta especie, álamo temblón (Populus Tremula), muy poco frecuente en nuestro país a pesar de ser una de las especies más extendidas del planeta.
Se calcula que lo habitan entre cien y ciento cincuenta ejemplares y está concentrado sobre un cerro. Alguien bautizó este lugar como el de los Álamos Blancos, aunque este nombre corresponde a otra especie del mismo género (Populus Alba) que vemos a diario en parques y jardines, probablemente confundido porque el álamo temblón en su juventud presenta también una corteza blanquecina muy parecida a la del álamo blanco.
Se le denomina temblón porque sus pequeñas hojas disponen de un largo y aplanado peciolo que la menor brisa mueve constantemente ofreciendo al espectador la sensación de que el árbol tiembla. Durante todo el año esta mancha se distingue perfectamente entre los pinos,si bien en invierno, al ser arboles de hoja caduca, el color verde y blanco de sus hojas desaparece pero la marcha mantiene su atractivo gracias a las maravillosas vistas y a la nieve que durante esta época suele cubrir campo y caminos.
En Octubre y Noviembre,según se presente el otoño, sus verdes hojas cambian su color a amarillo, antes de perderlas, lo que aumenta su contraste. Pero en esta época y en este monte el otoño no solo produce la magia del color gracias a este bosquete sino que también proporciona una bonita alfombra de bellos y coloridos hongos, en su mayoría comestibles, como Níscalos o buenos ejemplares de Boletus Edulis entre otros muchos.
A lo largo de la marcha veremos El Embalse de La Jarosa, a nuestros pies, e incluso, en días claros, se distinguen las famosas torres de Madrid .El embalse junto con el Valle de Cuelgamuros son los más próximos y conocidos lugares del entorno.
Durante nuestra guerra civil el Cerro de Los Álamos Blancos estuvo ocupado por el Ejercito de la República y constituido en un emplazamiento avanzado del que aún se pueden apreciar claramente sus restos. Muy próximas sobre la divisoria de la sierra y hacia el noroeste se encontraban las posiciones enemigas de Cabeza Lijar.